5 de agosto de 2008

Humilde sueño

Artículo primero. Para recordar que se aproxima el 13 de junio, que es el día de los escritores, en recuerdo del nacimiento de Leopoldo Lugones. Y por eso la entrevista a Alfonso Nassif, porque si hubiera que salvar, de entre los vivos, a uno sólo de los vates que pueblan la provincia, debería ser él. Y porque su actitud –digamos- militante, a favor de los derechos de los escritores, lo hace merecedor no solamente de una entrevista sino también de algún homenaje en vida.
Artículo segundo. Que servirá para expresar un sueño de los hacedores de esta humilde publicación: que sus artículos no solamente sean un reflejo de lo local, sino también del acontecer cultural y educativo del norte. Es decir que queremos trabajar en una región de la cual nos sentimos parte y a la cual pretendemos integrarnos. Para ello, obviamente, necesitamos recursos económicos que por ahora no tenemos. Pero ya se sabe que los simples sueños son la semilla de las grandes empresas.
Artículo tercero. Fue muy positivo el recibimiento que tuvo la revista en Buenos Aires. Hubo comentarios elogiosos de gente que transita esta actividad desde hace varios años y nos congratuló saber que en el la casa central del Sindicato Argentino de Docentes Privados, hay muchos que esperan con ansias la salida del próximo número.
Artículo cuarto. Aquí nos detendremos un instante para solicitar nuevamente a los lectores, que envíen sus trabajos para ser considerados por nuestro consejo editorial y su ulterior publicación. Lo que se suele pedir en estos casos es buen estilo, algo que se descuenta que a los –buenos- lectores les sobrará, ya que en su mayoría es gente preparada. Como decían los franceses, las ideas no se matan, es cierto, se discuten. Pero para discutirlas es preciso haberlas publicado primero.
Artículo quinto. También pedimos encarecidamente a nuestros lectores que nos difundan, que si es posible, luego de leída, pasen la revista a los amigos, a los hijos, a los padres, a otros docentes, para que no se pierdan sus artículos, para no arar en el mar, como decía Simón Bolívar.
Artículo sexto. Que declarará que los propósitos de la revista no son otros que los de la gente de buen corazón cuando comienza con esto del periodismo, que es ver la manera de mejorar el estado actual de las cosas, usando un medio de comunicación como una herramienta que le servirá para lograr su fin. Es lógico entonces que esa herramienta también estará al servicio de quienes tengan las mismas aspiraciones.
Artículo séptimo y último. Definir la belleza como lo hermoso, como lo que es perfecto en su línea. Y reafirmar, como un dogma, que la buscamos sin descanso desde el primer número. Los ideales inalcanzables son los mejores, tras los otros, dinero, gloria, honores, poder, corren los mediocres. Los lectores y nosotros vamos dejando la vida, buscando en algún recodo inasible del arte, eso que le llaman Verdad, que no es un atributo sino uno de los nombres de Dios.

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